Presentación

Me llamo Cecilia Sánchez. Tengo 18 años y estoy estudiando 1º de Educación Primaria en la Universidad Internacional de Cataluña.

En este blog, voy a ir colgando las distintas actividades que realicemos en la asignatura de Habilidades comunicativas con la Dra. Mapi Ballesteros. Con ello, espero poder mejorar mi comprensión y expresión en ambas lenguas, castellano y catalán, ya que es una de las herramientas fundamentales para llegar a ser un buen maestro.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Resumen: yo sinceramente



En este ensayo, Gomà expone con mucha agudeza el tema de la veracidad con los demás. 
A menudo, se oyen las expresiones “La verdad es que…” o “Yo sinceramente…” y solo con escuchar “sinceridad” parece que ya se dice la verdad y que no se le puede objetar.
Antiguamente, el hombre perfecto no se definía tanto por la sinceridad sino por la virtud. Sin embargo, a partir del siglo XVIII se empieza a estender la concepción de la sinceridad ante todo, es decir, que el hombre tiene la “obligación” de ser uno mismo, de expresar libremente su interioridad…
Por lo tanto, sacrificio, autoexigencia, renuncia dejan de ser utilizados y se convierten en expresiones arcaicas ya que se oponen a la naturaleza humana que busca las pasiones desenfrenadas, en definitiva los caprichos.
Asimismo la cultura crea, como dice Gomà “mediaciones con la realidad”, es decir, pordíamos comer con las manos pero, sin embargo comemos con cubiertos. Podríamos enfurecernos con el prójimo y acusarle de sus defectos pero por cortesía y consideración, callamos. Estas mediaciones también han sido desprestigiadas por la modernidad, pues con la excusa de “todo el mundo tiene derecho a expresar lo que siente”, se cometen muchos abusos.
Gomà llega a la conclusión de que prefiere las “piadosas hipocresías” a la sinceridad, pues contribuyen a un mundo más sociable en el que fluya más la amabilidad.